Rommel PICHARDO // Entérate Zacatelco
El pasado 18 de julio, el municipio de Tenancingo fue escenario de un escalofriante descubrimiento. Diversos restos óseos fueron encontrados en una barranca cercana al campo de béisbol local, al sur de Tlaxcala. Las autoridades creen que estos restos podrían pertenecer a Blanca Estela N., una joven veracruzana de 26 años, desaparecida desde el 7 de junio tras salir del centro nocturno Bora Bora en San Pablo del Monte.
Blanca Estela, madre de dos hijos y originaria de Orizaba, Veracruz, trabajaba en el mencionado centro nocturno. Su desaparición generó una ola de angustia y preocupación entre sus familiares y amigos, quienes no han cesado en su búsqueda. En el lugar del hallazgo, además de los restos óseos, se encontraron un vestido y unas zapatillas con diamantina, prendas que coinciden con la descripción de lo que Blanca Estela vestía la última vez que fue vista.
La Fiscalía Especializada en Personas Desaparecidas y No Localizadas, a cargo del oficial Yubal, había recibido un reporte anónimo el 24 de junio sobre la presencia de restos de una mujer en esa misma barranca. Sin embargo, tanto el oficial como la Ministerio Público Miriam Juárez omitieron realizar una búsqueda inmediata, un hecho que ha sido duramente criticado por la comunidad y que ha generado un escándalo mediático.
Solo bajo la presión constante de la familia de Blanca Estela y la cobertura mediática, las autoridades decidieron actuar. No fue hasta el 17 de julio que se trasladaron al lugar indicado, donde finalmente encontraron los restos óseos y las prendas de mujer. El Servicio Médico Forense llevó a cabo el levantamiento de los restos y su traslado al anfiteatro de Tlaxcala para su análisis.
La indignación no se ha hecho esperar. Las personas que inicialmente reportaron el hallazgo, bajo anonimato, denunciaron la negligencia del comandante y la Ministerio Público por no haber atendido el reporte de inmediato. Estas omisiones han llevado a que se solicite a la encargada del despacho de la PGJE, Liz Aurora Sánchez, que tome medidas severas y sancione a los responsables de la tardía respuesta.
Mientras tanto, la familia de Blanca Estela espera con angustia los resultados de los estudios forenses que determinarán la identidad de los restos y la causa de muerte. La incertidumbre sobre el destino de Blanca Estela persiste, y su ficha de búsqueda sigue vigente con el número C.I. A.I. FEPDNL.TLAX-1/73/2024.
Este caso no solo ha revelado posibles fallos en los procedimientos de la Fiscalía, sino que también ha puesto de manifiesto la desesperación y el dolor de una familia que lucha incansablemente por obtener respuestas. La comunidad de Orizaba y los allegados de Blanca Estela siguen esperando justicia y una resolución que alivie, al menos en parte, la angustia de esta trágica situación.