Arturo MARTÍNEZ/Rommel PICHARDO
Las autoridades de Tlaxcala y Puebla trabajaron arduamente para confirmar que el hombre secuestrado en Chiautempan la noche del jueves 26 de septiembre de 2024 y el cuerpo hallado en la autopista México-Puebla horas después, en San Miguel Xoxtla, corresponde a la misma persona: el empresario Roberto N., originario de Xalapa, Veracruz.
Roberto N. fue privado de su libertad mientras comía en la taquería «Gran Avenida», ubicada cerca de la Unidad Santa Cruz en Chiautempan. Los agresores le dispararon en la pierna para someterlo y posteriormente lo subieron a una camioneta CRV, dándose a la fuga con dirección desconocida. A pesar de que las autoridades desplegaron un operativo de búsqueda inmediata, el rastro del empresario se perdió rápidamente.
Horas más tarde, en la mañana del viernes 27 de septiembre, se reportó el hallazgo del cuerpo de un hombre, de entre 40 y 45 años, a un costado de la autopista México-Puebla, a la altura del kilómetro 107, en San Miguel Xoxtla, Puebla. El cadáver presentaba signos evidentes de tortura, con un picahielos clavado en el pecho que sujetaba una cartulina con un mensaje que lo acusaba de mal manejo de dinero: «Esto me pasó por hacer marchas de $4 000 000 que no eran tuyos y los robaste.» El hombre estaba amarrado de los pies, descalzo, y vestía una playera blanca con franjas negras y pantalón de mezclilla azul, detalles que posteriormente ayudararían a confirmar que se trataba de Roberto N.
Las autoridades de ambos estados trabajan conjuntamente para cruzar información y confirmar la identidad del cuerpo. La conexión entre ambos hechos ha generado conmoción, no solo por la brutalidad del crimen, sino por el posible trasfondo delictivo señalado en el narcomensaje dejado en el lugar del hallazgo.
El secuestro y asesinato de Roberto N. pone en evidencia la escalada de violencia que afecta tanto a Tlaxcala como a Puebla. La comunidad empresarial de la región ha expresado su indignación y temor, exigiendo a las autoridades locales y federales una respuesta contundente ante la inseguridad que se ha recrudecido en la zona.
Hasta el momento, no se han realizado detenciones en relación con el crimen, aunque las investigaciones continúan. Elementos de la Fiscalía General de Justicia del Estado de Tlaxcala y la Fiscalía General del Estado de Puebla están colaborando para esclarecer los hechos y dar con los responsables de este violento asesinato. Las autoridades están revisando cámaras de seguridad cercanas al lugar del secuestro y han hecho un llamado a la ciudadanía para que aporte cualquier información que pueda ayudar a la resolución del caso.
Este trágico suceso pone de relieve la urgencia de reforzar la seguridad en ambas entidades, que han sido escenario de una ola de violencia en los últimos meses. La población, atemorizada, exige justicia y mayor protección frente a la creciente presencia de la delincuencia organizada en la región.